Limitando al norte con las llanuras de Sotavento, al oeste con el estado de Oaxaca y por el sur y el sureste con Chiapas y Tabasco, se localiza la Región de Las Selvas.
La amplitud de esta zona, la variedad de sus relieves, de sus tipos de suelo, de sus climas, de su flora y fauna y de las diferentes actividades productivas realizadas por los seres humanos, conforman el enorme mosaico de las selvas veracruzanas.
De norte a sur encontramos la Sierra de los Tuxtlas, territorio volcánico desde cuya máxima altura, los 1,700 metros del volcán San Martín, se puede contemplar el Golfo de México y todo el verdor de la selva circundante. La actividad volcánica se mantiene latente pues de vez en cuando se registran pequeños temblores y existen varios manantiales de donde brotan aguas termales. Los suelos son de color pardo, derivados de basaltos y cenizas volcánicas y poseen un alto grado de fertilidad para cultivos de frijol, caña de azúcar, arroz, tabaco y frutas.
El clima es cálido y húmedo, con abundantes lluvias, lo que favorece el crecimiento de especies selváticas como el sombrerete, el ramón, el palo de agua, el platanillo, la caoba, con abundancia de enredaderas, bejucos y orquídeas y bosques de encinos en las partes más bajas.
La fauna silvestre es sumamente variada y está conformada por numerosas aves que van desde el tucán y el colibrí hasta las grandes aves rapaces; mamíferos como jabalí, mono araña y mono aullador, venado de cola blanca, ocelote y tigrillo, y reptiles como tortugas, boas, víboras de cascabel, peligrosas nauyacas y lagartos que se deslizan sigilosamente por las innumerables lagunas y cursos de agua dulce.
Rumbo al sur, el paisaje se hace más y más plano pues a la planicie costera del Golfo se suma la del Istmo, típica llanura aluvial, de suelos negros y grises, producto de los desbordes y acarreos periódicos de grandes ríos como el Coatzacoalcos, el Cuachapa, el Uxpanapa o el Tonalá, al límite de Veracruz con Tabasco.
Terrenos pantanosos, lagunas y pastizales sustituyen la selva anteriormente descrita que paulatinarnente llega a transformarse en sabana, donde crecen árboles de nanche, jícaros, cacao, marañón, zapotes, guayas y en las regiones más bajas predominan los manglares.
El clima es cálido con abundantísimas lluvias, sobre todo en los alrededores del río Uxpanapa, donde la humedad reinante favorece de tal manera la proliferación de especies vegetales que la luz solar no penetra hasta el suelo.
Especies altísimas y robustas entre las que destacan las ceibas, árboles sagrados de los mayas, son entrelazadas por lianas y bejucos de todo tipo, sirviendo de refugio a los animales ya mencionados, al tapir, a parvadas de guacamayas, toros, pericos, garzas, flamencos y muchas otras aves acuáticas, además de infinidad de insectos de distintas especies.
Las actividades productivas regionales son la agricultura, la ganadería, la explotación forestal y pesquera, actividades todas ellas de carácter rural y tradicional que contrasta con la modernidad, representada por los pozos y cigüeñas de los campos petroleros, las refinerías petroquímicas o los barcos petroleros que por el río Coatzacoalcos penetran hasta Minatitián.
Las ciudades más importantes de la Región de las Selvas son San Andrés Tuxtla, Santiago Tuxtla, Catemaco, Acayucan, Coatzacoalcos, Minatitlán y las Choapas.